Por Héctor José Corredor Cuervo
Es frágil la paz en
un estercolero
donde el poder lo
mantiene el soberano
que dirige las
tropas como un guerrero
sin conocer los
desvelos de un soldado.
Es arduo hacer la paz
con guerrillero
que dice lucha por pueblo
soberano,
mientras secuestra,
roba y hunde el acero
en las entrañas del
cuerpo del hermano.
No habrá paz
mientras exista un pordiosero
en colmada esquina
extendiendo la mano,
mientras corruptos
atesoran dinero
que han saqueado con
anuencia del villano.
No habrá paz
mientras se lamente un minero
metido en socavón con
trato inhumano,
mientras exista un
régimen altanero
que atropella con
impuesto al ciudadano.
No habrá paz
mientras en peligroso estero
se espere con
venganza a un aldeano,
mientras en el
campo no haya un enfermero
que al campesino lo
cure con su mano.
No habrá paz
mientras exista un prisionero
tras las rejas por
los jueces olvidado,
mientras compren
las mafias con dinero
la conciencia del
corrupto magistrado.
Septiembre 20 de 1998. Iniciación de un proceso de paz por el presidente
Andrés Pastrana Arango con las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del
Pueblo (Farc-Ep), con el cual se pretende entregarles ocho municipios a cambio
de nada y sin cese de hostilidades.