Por Héctor José Corredor Cuervo
Es frágil la paz en
un estercolero
donde el poder lo
mantiene el soberano
que dirige las
tropas como un guerrero
sin conocer los
desvelos de un soldado.
Es arduo hacer la paz
con guerrillero
que dice lucha por pueblo
soberano,
mientras secuestra,
roba y hunde el acero
en las entrañas del
cuerpo del hermano.
No habrá paz
mientras exista un pordiosero
en colmada esquina
extendiendo la mano,
mientras corruptos
atesoran dinero
que han saqueado con
anuencia del villano.
No habrá paz
mientras se lamente un minero
metido en socavón con
trato inhumano,
mientras exista un
régimen altanero
que atropella con
impuesto al ciudadano.
No habrá paz
mientras en peligroso estero
se espere con
venganza a un aldeano,
mientras en el
campo no haya un enfermero
que al campesino lo
cure con su mano.
No habrá paz
mientras exista un prisionero
tras las rejas por
los jueces olvidado,
mientras compren
las mafias con dinero
la conciencia del
corrupto magistrado.
Septiembre 20 de 1998. Iniciación de un proceso de paz por el presidente
Andrés Pastrana Arango con las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del
Pueblo (Farc-Ep), con el cual se pretende entregarles ocho municipios a cambio
de nada y sin cese de hostilidades.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarY me atrevìa yo a decir en el blog del poeta Rafael Lizarazo, que no concebìa la idea de un poeta vestido de militar, aunque se de algunas excepciones històricas.
ResponderEliminarBorro lo dicho leyendo tan magnìficos versos, con cuyo contenido me solidarizo completamente.
reciba Ud un cordial saludo desde Mèxico.
Tal como lo dice Adelfa, son unos versos magníficos y que imploran la paz en nuestra patria querida.
ResponderEliminarUn abrazo.
MI Estimado Rafaél. Soy tambien de esa bella tierra de la libertad donde en cada pueblo brindamos amistad y calor al visitante.
EliminarA BOYACÁ
Por Coronel Héctor José Corredor Cuervo
Boyacá es la tierra de mis ancestros
donde Bolívar liberó la América,
donde incólumes permanecen sueños
de alcanzar con mi Dios gloria y grandeza.
Es terruño precioso de alfareros
que con arte modelan la esperanza,
de librar al pueblo de mohatreros
sin presión, sin rencor y sin venganza.
Es comarca de inagotables suelos
donde siempre germina la semilla,
es heredad de padres y de abuelos
vivir en Paz, sin odio y sin rencilla.
Los múltiples colores en sus predios
hacen de su paisaje una pintura,
donde el Señor usó todos los medios
para mostrar al mundo su hermosura.
Su noble gente de acento pausado
hacen del “Sumerced” una cultura,
que del Zaque y del indio fue heredado
para entregar su afecto con ternura.
Al contemplar la nieve en sus picachos
parece al firmamento se extendiera
la belleza cual colcha de retazos
que con manos el hombre la zurciera.
Cuando pisa su suelo el forastero
el regreso no añora que existiera,
mas prefiere morir de carranguero
que volver a vivir de una quimera.
Al expresar mis últimos deseos
quisiera el silencio de las cigarras,
que canten torbellinos y bambucos
y se oigan los requintos y guitarras.
Y cuando llegue de mi viaje al cielo
le pediré al Señor la gran licencia,
para volver a aquel hermoso pueblo
que me colmó de orgullo la existencia.
Estimada Adelfa:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Soy un militar luchador por la paz desde niño porque he sufrido los horrores de la guerra como lo expreso en el siguiente poema:
YO NO JUGUÉ DE NIÑO
Por Héctor José Corredor
Yo no jugué de niño
por culpa de la guerra
que cubría con su manto
de la pampa a la sierra
y navegué en el llanto
que inundaba la Tierra.
Yo no tuve juguetes
ni cuentos infantiles,
ni disfruté los parques
en tiempos juveniles.
La parca fue mi arrullo
con su canto estridente
al sentir el murmullo
de turba delincuente
que dirigía un grupo
contrario al presidente.
En lucha sin sentido
palpé la sangre hirviente
que corría en el campo,
de la gente inocente,
por la acción despiadada
del matón inconsciente.
Vi morir al amigo
y al peón ignorante
por culpa del partido
con falaz dirigente
que recibía apoyo
del bandido insolente.
Sentí dolor interno
por mucho desplazado
que abandonó de prisa
la familia y sembrado,
ante la complacencia
de mucho acomodado
que compraba la estancia
a precio rebajado.
Cuando tuve razón
recibí un buen trinquete *
y al hacer comunión
prometí ser valiente
y luchar con pasión
por la Patria al garete,
que había traicionado
corrupto dirigente.
Cuando fue desterrado
mi padre de su hacienda
me tocó ser obrero
y operario en molienda
por requerir mercado
mi pobre madre enferma.
En plena pubertad
me vestí de soldado
por darle libertad
al pueblo esclavizado
con saña y con crueldad
que ya habían sembrado
el miedo en la heredad
en el pueblo y collado.
Estando ya en las filas
pude ver al corrupto
encubriendo cuadrillas,
saqueando nuestro erario,
repartiendo tortillas
con sagaz empresario
ladrón de semillas.
Después de tanto tiempo
de vivir en la guerra,
quiero ver el lucero
de la paz y la estrella;
quiero ver a los niños
jugando en la vereda
en los pueblos pequeños
y en la América entera.
Quiero volver a oír
el canto de jilgueros
y en tardes sonreír
con tiernos compañeros
que se volvieron viejos
sin juegos verdaderos.
* Así se les conoce en Colombia a los primeros revólveres importados.
Quanta titulação!!!
ResponderEliminarGostei muito de seu poema.
Aqui pouco poetizam por sua pátria.
Beijos!!!
Unas maravillosas letras en pro de esa tan deseada Paz, esperemos que pronto podamos ver libres tantas y tantas personas inocentes que son prisioneros sin estar encarcelados, prisioneros de esas malditas e ingratas guerras,
ResponderEliminarHermosas, muy hermosas sus letras, reciba un cordial saludo.